Siempre tuve el deseo desde niña de poder ayudar a otros, creyendo firmemente que nadie merece vivir en la tristeza o el dolor.
Mis inicios para seguir los dictados de mi corazón fueron a través del estudio de la carrera de psicología encontrando en el enfoque sistémico, el camino para dar dicha ayuda. Sintiendo firmemente que la recuperación de las personas no debía requerir mucho tiempo en busca de la sanación, este enfoque me permitió aplicar técnicas centradas en soluciones, narrativas que permitían reescribir las historias de vida, reprogramación mental con PNL, etc. A la par, Dios me pone en un camino para desarrollar mis habilidades como profesora, al terminar mis estudios universitarios empiezo a impartir clases de psicología, orientación vocacional, valores y desarrollo humano a nivel secundaria, preparatoria y universidad. Nunca imagine que este camino me estaba preparando para la misión que Dios me tenia encomendada. Sin saberlo aún dicha misión, comienzo a estudiar la Maestría en Educación.
En el 2010 a través del diagnóstico de una enfermedad que amenazo dejarme sin movimiento de forma permanente, la vida me reta a buscar mi sanación y a expander mi conciencia es así como mis guías me llevan por el camino al reencuentro de lo que es la terapia de sanación con ángeles. En ese mismo año empiezo mi preparación Thetaheling Básico y Avanzado donde veo los primeros resultados en una mejoría física; sin embargo mi voz interior me decía que había algo más que podía llegar mas lejos con mi salud. Es así como mi mejor amiga Lucesita (como le digo de cariño) me pone en contacto con Tania Karam. Es en el año 2011 que empiezo mi formación como terapeuta angelical con Tania certificandome como:
En el 2015 me llega información que Charles Virtue estaría en México impartiendo cursos, en el deseo de seguir creciendo en mi desarrollo como sanadora tomo la certificación de:
Es a través de este recorrido en aprendizaje que ha permitido mi autoconocimiento en amor, mi regreso a la salud, a encontrar mayor armonía y equilibrio en mi vida no solo personal sino profesional.
Con cariño,
Betty Paredes
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